Un día tranquilo como hoy apareció en nuestras vidas un bichito de colores, pero era diferente, no sonreía, estaba triste...no sabíamos que hacer para que sonriera como el resto de nuestros bichos de colores...hasta que a un pequeño duende se le ocurrió la maravillosa idea de darle una "chuche", en ese momento nuestro bichito triste cambió de aspecto, se le dibujo una sonrisa en la cara, sus colores brillaron con mas fuerza y ya nunca mas preció un bichito triste...
Así que si un día os encontráis con un bicho de colores triste y apagado, no tenéis mas que darle una chuche, y ya vereis como vuestra vida cambiara!!!
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